¡La procrastinación no es una forma de amor propio!

 

A veces te sientes capaz de hacer  aquellas cosas tan importantes para ti. A veces incluso piensas que realmente puedes cambiar el rumbo de tu vida. Lo sientes muy claramente por un momento. Que tus sueños y anhelos más profundos se pueden volver realidad.

En estos momentos te sientes infinitamente libre y bellamente auténtic@ desde lo más profundo de tu corazón. En estos momentos intuyes que lo tienes en tus propias manos. Que podrías lograr la vida feliz.  Que puede ser fácil. Todo lo que necesitas ya está dentro de ti.

Y luego tu mente y la procrastinación atacan de nuevo. “Lo voy a hacer más adelante. Todavía me falta algo. Simplemente no estoy preparad@ aún. Todavía necesito tiempo. Hoy estoy demasiado cansad@. Mañana. Más tarde. Cuando me jubile».

Hubo momentos en mi vida en los que cada noche al acostarme me propuse levantarme más temprano por la mañana para hacer algo bueno por mí misma. Quería dedicarme a mi rutina matutina y empezar el día con energía infinita. Luego, todas las mañanas pegaba mi despertador solo para dormir otros diez minutos. A menudo durante una hora entera. ¡No era capaz de tener la disciplina para hacer algo bueno para mi!

¿Conoces eso? ¿Te preguntas, por qué es tan difícil hacer algo para ti, si es solo para ti y nadie más?

¿Nos falta el coraje para seguir nuestros verdaderos impulsos y la disciplina necesaria para hacer algo, que sabemos muy bien que nos acercará a nuestra meta?  ¿Nos falta la disciplina porque es solo para nosotr@s?

Y con cada aplazamiento, nos demostramos a nosotr@s mism@s una vez más todos los días que no somos capaces, que fallamos después de todo. Se graba en nuestro subconsciente. Si somos sincer@s, somos solo nosotr@s mism@s que nos impedimos. Si tuviéramos la voluntad, tendríamos la fuerza para cuidarnos más. Y también para hacer pasos hacia nuestros propósitos personales o profesionales.

Sabemos muy bien que si posponemos algo importante, nos alcanzará nuevamente. Y si somos sincer@s, sabemos que nos procrastinamos en estos momentos.

Procrastinar, este verbo procede del latín procrastinare cuyo significado es ‘dejar un asunto para el día siguiente, aplazar’. De ahí que se asocie a la pereza, vagancia, etc. ¡Procrastinar puede ser un mal hábito!

Hábitos son acciones que hemos repetido muchas veces y se han vuelto automáticos.

«Los hábitos son las ataduras de la persona libre»

Ciertas creencias y miedos inconscientes se encuentran detrás de cada uno de nuestros hábitos negativos. Si queremos ser más disciplinad@s, más coherentes con nuestros deseos, primero debemos ser conscientes de estos factores desencadenantes – reconocer el miedo o la creencia limitadora que está detrás del mal hábito o de la costumbre que queremos cambiar.

En mi caso, eso de no poder levantarme para hacer algo para mi, era una vocecita en mi, que me quería convencer de que dormir un poco más sería bueno para mi, sería cuidarme, pero en realidad era la parte de mi, que no quería crecer, no quería cambiar nada, era esta parte que pensaba que no me merecía estar mejor, una creencia limitadora “¡No soy digna!”  Al tomar consciencia de este automatismo,  me declaré como “digna”. 

 

Una vez que hayamos hecho eso, ya no tendremos que luchar constantemente contra nuestro yo más débil, porque incluso es muy probable que  apoye nuestros objetivos. 

 

¡Puedes aprender a controlar tu comportamiento! En el momento de entender y  aceptar, por qué te comportas de una cierta manera, el automatismo pierde fuerza y te vuelves más libre para decidir cómo quieres comportarte. Por eso el primer paso debe ser siempre descubrir ¿qué hay en ti de miedos y creencias, que bloquean tu cambio a mejor?

¿Tienes claro lo que realmente te importa para tu vida? ¿Sientes el anhelo de tu alma?

¿Qué sientes muy dentro de ti?

¿Qué te gustaría hacer?

¿Qué te dice tu corazón?

Es curioso, cada vez que seguimos los impulsos de nuestra alma, el proceso es fácil, ligero y divertido. Eso podemos tomar como indicador de que estemos en el camino correcto. Si lo que hacemos nos da paz, alegría o satisfacción, vamos bien.

En nuestro camino del alma, se juntan cosas que no podríamos haber imaginado ni pensado con nuestras mentes limitadas.

O nos imaginábamos todo muy negro y pesado, ​​que estábamos paralizados y sin fuerza ni ánimo para hacer el siguiente paso. ¿Sabes que 95% de las preocupaciones que tenemos nunca se vuelven realidad? Pero pre-ocuparse nos quita mucha energía, nos bloquea.

Si seguimos el plan de nuestra alma, todo encaja, porque estamos seguiendo a nosotr@s mism@s. Dispuest@s a levantarnos y andar para nuestros sueños con radical claridad. Confiando. Este camino es gratificante e infinitamente enriquecedor. Y nos lleva al amor infinitamente profundo por nosotr@s mism@s y todo lo que es.

Pues, procrastinar, posponer una y otra vez lo que nos importa mucho es falta de amor propio. Y no hacer lo que importa, porque nos sentimos cansad@s y preferimos quedarnos en el sofá, ¡eso no es autocuidado! Allí actúa un autosaboteador, un inhibidor de la felicidad. ¿Te acuerdas de situaciones, en las que no has tenido ganas de hacer algo por ti, pero te has animado al final? Y ¿qué bien te has sentido después?

Los patrones que hemos vivido durante mucho tiempo, tenemos que identificar una y otra vez, y corregirnos cariñosamente, con mucha paciencia. El miedo en nosotr@s a ser totalmente auténtic@s quiere ser abrazado con amor todos los días.

Tenemos permiso a seguir nuestros impulsos internos  por amor propio con disciplina.

¡No dejes que nadie te detenga, ni tú mism@! Sigue el llamado de tu alma.

¿Te cuesta llevar un buen autocuidado? ¿No consigues hacer tus sueños realidad? ¿Quieres conocer tus autosaboteadores e inhibidores de éxito y felicidad?

Con unas sesiones de Coaching Inspirador® puedes transformarlos en energía para tu proyecto de vida: la vida más feliz, más tranquila, más exitosa, más sana, lo que sea tu propósito. Ponte en contacto conmigo para una cita informativa gratuita.

¡No lo procrastines más! De todo corazón, Martina🧡




Comments (2)
  1. Verónica Castagna Reply

    A veces cuesta encontrar el límite entre procrastinar y darse permiso.
    Me ha gustado y me ha servido mucho el artículo. Un abrazo de 💓

  2. ANTONIA PERICAS Reply

    Gracias por este articulo, por recordandome lo que ya se. Este ejercicio de ecuchar o leer nuevamente lo que sabemos o lo que hemos aprendido es siempre muy necesario.
    Gracias, gracias, grácias


Deja una respuesta

Your email address will not be published. Required fields are marked *