
Si te duele más y más percibir el mundo como es, entonces tu pena llama profundamente desde tu subconsciente, requiere tu atención y curación.
Tantas heridas que curar. Tantos miedos que abrazar. Aceptar tanto dolor.
¿Qué te conmueve cuando miras a tu alrededor? ¿Te das cuenta de que tu alrededor desencadena una pena que ya hay en ti? Desde dentro se activa capa por capa aquel dolor.
Se activa para ti, para llevarte a las perlas doradas, que se esconden bajo el dolor.
Todo tu sufrimiento, tus heridas, tu dolor y tu profunda pena te llaman.
¿Quién no conoce la impotencia que cae sobre nosotros cuando miramos los acontecimientos del mundo?
¿Quién puede soportar a los niños hambrientos?
¿Quién no se estremece al ver tantos heridos de guerra?
¿Quién no sufre al ver a los sin techo?
Todos llevamos gran parte del sufrimiento del mundo dentro de nosotros. PENA dondequiera que miremos.
Este dolor es en realidad nuestro mejor y más cercano sanador.
El mundo pone sus dedos en nuestras heridas. Todo lo que percibimos nos sirve por lo que hace con nosotros y nos acerca a la liberación con cada dolor.
Tu amiga la pena te lleva a las profundidades de ti mismo. No le temas. Puedes abrazarla. Atrévete. No es tan mala como parece. Es una compañera de sanación muy empática que conoce cada rincón del subconsciente y te lleva a través de la oscuridad con ligereza. Te toma de la mano con cariño. Si fuera tan terrible como teme el ego, ¿por qué nos muestra pacientemente lo mismo una y otra vez, hasta que nos atrevamos a confiar en ella, a sentirla afirmativamente y seguirla hacia la luz?
Estos viajes de sanación interior son las experiencias más maravillosas y liberadoras que conozco. Sí, yo también tomo sesiones, por eso sé que son pura magia. Por eso estoy tan entusiasmada por poder ayudarte, apoyarte y acompañarte en tus viajes liberadoras y sanadoras.
¿Quieres saber más sobre las sesiones de Coaching emovional transformador? P.f. contáctame.
Foto de Masha Raymers en Pexel